El desconfinamiento post pandemia exigió una especial atención de los vehículos luego de un largo período sin movimiento y en vísperas de las fiestas de fin de año y del período estival, por ello en esta edición, nos dedicamos a las recomendaciones para la adecuada mantención en aquellas piezas y partes más sensibles y esenciales.
Prioritarios… Los Frenos
Efectivamente son los frenos uno de los equipamientos más importantes para seguridad de los vehículos, ya sea livianos o pesados y por ello es indispensable poner atención en las señales que nos advierten de un deterioro o desgaste en este sistema.
Como existen dos sistemas completa-mente independientes su mantención depende del uso y pericia del conductor en un caso y en otro de los parámetros de mantención de cada vehículo.
Por una parte, está el Pedal de Freno, que es el sistema que utiliza el conductor a través del pedal y que permite bajar la velocidad del vehículo o detenerlo.
Y por otro lado está el sistema de frenos de estacionamiento que permiten y alertan la detención del vehículo. Es donde se aplica una fuerza de frenado fija y suficientemente elevada como para bloquear la rueda. También es posible accionarlo con la palanca manual. En el caso de los grandes camiones y autobuses es común que sea de tipo neumático al retirar la presión de aire de las cámaras de frenado.
De acuerdo con el tipo de vehículo es indispensable identificar que los sistemas de frenos se accionan a través de tres formas básicas:
- Sistema Hidráulico: Sistema de frenos que se acciona con la ayuda de un líquido.
- Sistema Neumático: Es un sistema que se acciona utilizando aire comprimido.
- Sistema Manual: Que se acciona utilizando la tensión de un cable de acero.
- Sistema Combinado: Que utiliza, como su nombre lo dice, una combinación de acciones para accionarse.
Desgaste, Mantención y Reemplazo
Es indispensable reconocer las señales que nos indican que hay un desgaste progresivo de los sistemas de frenos para determinar la decisión de mantenerlos o reemplazarlos.
Debemos poner atención a la cantidad de kilómetros acumulados del vehículo, el recambio de líquido o el sonido que realiza nuestro vehículo al frenar. También hay señales muy claras en los sistemas tecnológicos de los actuales modelos de vehículos, que no permiten identificar en sus paneles digitales alguna avería o señal de atención para este sistema.
Por ello hay elementos fundamentales que nos permiten estar alerta y que inciden en el comportamiento adecuado de cualquier vehículo, ya sea liviano o pesado.
Los frenos de disco, por ejemplo, reaccionan de acuerdo con el comportamiento y uso del conductor. Ante una conducción y frenado más suave y anticipado, su duración será óptima mientras que, ante una conducción más agresiva y permanente, el freno de disco se gastará más, dado que las constantes frenadas y arranques, sumado al roce y fricción entre discos, acelerará un desgaste anticipado.
¿Qué revisar y/o cambiar en el sistema de frenos?
Debemos poner especial énfasis en tres elementos que podemos mantener o definitivamente cambiar según el kilometraje, el tipo de vehículo y el uso para que ha sido determinado:
- Líquido de Frenos
Este líquido hidráulico es indispensable para mantener la vida útil de los frenos, dado que permite la transmisión de la fuerza que se ejerce en el pedal para accionar el freno en las ruedas del vehículo. Permite todo el proceso que acciona a través de una bomba, los calipers que presionan las pastillas que detienen el vehículo.
Los fabricantes de cada modelo indican las recomendaciones para el cambio desde los 50.000 km o cada dos años. Hacen una prevención adecuada para estos cambios de líquidos permitirán una mejor vida útil del sistema de frenos y del vehículo en general.
- Pastillas de Freno y Discos de Frenos
La durabilidad de ambos equipamientos se determina de acuerdo con la fricción entre la pastilla y el disco de freno. Normalmente el disco dura más que la pastilla, pero pasados los 20.000 km es bueno revisarlos y hacer un chequeo como generalidad, aunque muchas veces cada marca y vehículo se comporta de manera diferente, por ejemplo, algunos modelos city car solo usan freno de disco en el tren delantero, manteniendo aún el antiguo freno de tambor en el tren trasero. Otros modelos, de acuerdo con sus especificaciones, exigen el cambio completo de sus discos, lo que hace mucho más costosa la mantención por la sustitución de piezas.
Embrague, la conexión para el movimiento efectivo
Tal como el sistema de frenos, el sistema de embrague debe mantenerse en perfecto estado para permitir el adecuado movimiento y tracción de un vehículo, cualquiera este sea e incluso, es inmensamente importante cuidarlos para no afectar con efectos de polución el medio ambiente.
El funcionamiento del embrague es conectar y desconectar el motor y la caja de cambios cuando así sea necesario y este movimiento permite resistir la fuerza del roce, vibraciones y temperaturas. Ello implica igualar las revoluciones entre el volante de inercia conectando el cigüeñal y el eje primario de la caja de cambios.
¿Cómo debemos cuidar el embrague?
Los principales problemas que nos permiten identificar fallas en los sistemas de embrague se relacionan con el disco de embrague, debido al excesivo desgaste entre el disco y la superficie de contacto del volante de inercia; y por otra parte podemos tener una rotura o deformación en los elementos que lo comandan como plato de presión o collarín, que es el elemento de mando que presiona al disco de embrague contra el volante de inercia.
Atención con los síntomas del desgaste
Es indispensable poner atención en algunas señales que nos entrega el vehículo. Hoy los modernos paneles nos alertan de muchas averías, pero no debemos perder los sentidos del manejo para ayudar a identificarlas, como por ejemplo con:
- Vibraciones del vehículo al soltar el embrague
- Aceleraciones del motor que sean provocadas en la conducción
- Problemas en el paso de las marchas en cajas mecánicas
- Ruidos en el accionar del embrague
¿Cómo identificar el desgaste y cambiar el embrague?
Lo recomendable siempre es poner su vehículo en manos de mecánicos certificados y poder identificar así situaciones reales de desgaste o deterioro.
- Revisar que el disco tenga algo de aceite, dado que si el embrague está seco puede inferir alguna fuga, y entonces patine sin que tenga que estar desgastado. Si el disco absorbió aceite hay que reemplazarlo.
- Si el pedal está duro es signo de desgaste.
- Revise si el vehículo patina por una fuga de aceite, ya que el roce de los materiales con los que está fabricado el disco de embrague puede producir ese olor característico y el aceite lo anula.
- Atención si hay olor a quemado, porque puede deberse a un patinaje exagerado.
- Si no se pueden pasar las marchas en una caja mecánica puede ocurrir que el cable del embrague se haya cortado y eso es muy grave. Hay que reemplazar ese cable.
- Debemos poner especial atención con las vibraciones del vehículo.
- Evite manejar con el pie puesto en el pedal de embrague dado que desgasta y deteriora su accionar.
- No se debe sobrecargar el vehículo por sobre el tonelaje autorizado por los fabricantes porque se deteriora el conjunto del sistema de embrague.
Una revisión permanente nos permitirá identificar problemas en nuestro sistema de embrague y otros equipamientos de los vehículos y podemos hacerlo cada 20.000 km según lo indican los especialistas.
Rodamientos, ¿Cómo prolongar su vida útil y saber cuándo reemplazarlos?
Este pequeño y gran aliado de la mecánica de un vehículo, se encarga de reducir la fricción entre un eje y las piezas conectadas a este por medio de una rodadura, que actúa como apoyo facilitando el desplazamiento.
Pero aun cuan masivo puede ser el equipamiento y de todas las medidas y tipos, la mayoría de los rodamientos sufren fatiga de material.
La mayoría de los fabricantes de rodamientos entregan recomendaciones de mantenimiento muy detallados, lubricación y procesos de operación que alarguen su vida útil. Paralelamente existe un mantenimiento de precisión que prolonga la vida del rodamiento de 5 a 10 veces más hasta determinar su cambio.
La estructura del rodamiento
Para identificar alguna falla es importante conocer los componentes principales de los rodamientos.
– Anillo interior: que se ajusta muy cerca del eje y gira con éste, y del cual es muy difícil prevenir un desgaste prematuro.
– Anillo exterior: que normalmente se encuentra dentro de la máquina y es fijo, donde las tolerancias de montaje son muy cerradas.
– Jaula: que es una estructura que mantiene los elementos rotativos en su lugar.
– Elementos rotativos o rodantes: son rodillos, esferas o algún otro dispositivo que permite la acción rodante entre los anillos interior y exterior. Los elementos rodantes reducen la fricción al deslizarse directamente en las pistas de rodadura y permiten movimiento relativo de los dos anillos.
¿Por qué falla un rodamiento?
Una de las grandes razones del desgaste de un rodamiento y su posterior falla es la inadecuada lubricación, dado que es muy importante para reducir la fricción y la generación de calor entre los componentes.
Pero otras razones tienen que ver con un mal manejo de los rodamientos debido a un mal proceso de almacenamiento, transporte e instalación inadecuada.
En otras ocasiones el rodamiento falla por un mal ajuste o un problema de ensamblado.
El hecho de soportar cargas mayores a las autorizadas en el tonelaje también lo pueden afectar.
Los rodamientos pueden tener múltiples factores de desgaste o falla que pueden incluir la corrosión por humedad o aquella eléctrica o por roce.
¿Cuándo cambiar los rodamientos?
Según las recomendaciones de los fabricantes y mecánicos expertos, los rodamientos están diseñados para superar 500.000 kilómetros sin dañarse, pero los múltiples factores que los afectan determinarán cómo y cuándo realizar el cambio.
Por eso hay que estar atentos a todas las señales como, por ejemplo, cualquier ruido extraño que tenga el vehículo ya sea un golpe seco, ronroneos o chillidos, son una señal de que algo está fallando y nos alerta a revisar antes de que la avería afecte a otros componentes.
Si un rodamiento falla, por norma hay que reemplazar ambos debido a que se someten a un desgaste parejo.