En el ámbito del Aftermarket automotriz en Chile, los lubricantes desempeñan un papel esencial no solo en el rendimiento de los vehículos, sino también en la seguridad vial. Estos productos, aunque a menudo pasan desapercibidos para el usuario final, son fundamentales para prolongar la vida útil de los componentes mecánicos y prevenir fallas que podrían tener consecuencias graves.
Los lubricantes tienen como función principal reducir la fricción entre las piezas móviles del motor y otros sistemas mecánicos. Este efecto no solo minimiza el desgaste, sino que también ayuda a disipar el calor generado por el movimiento constante. Además, actúan como selladores en los sistemas de combustión, previenen la corrosión y mantienen limpias las superficies internas al recoger residuos y contaminantes.
En el contexto del aftermarket automotriz, la calidad y especificación del lubricante adquieren una relevancia especial. Una selección adecuada garantiza que los componentes reemplazados o reparados funcionen de manera óptima. Por el contrario, un lubricante inadecuado podría acelerar el desgaste o incluso causar daños irreversibles.
Normativas chilenas y estándares internacionales
En Chile, la selección y uso de lubricantes están guiados por estándares internacionales reconocidos, homologados en el país. El Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) destaca dos sistemas de clasificación principales:
- Índice API (American Petroleum Institute): Clasifica los aceites lubricantes para motores de combustión interna según su rendimiento y el año de fabricación del vehículo. Para motores a gasolina, las categorías van desde «SE» (motores de 1971 a 1979) hasta «SL» (motores desde 2001). Para motores diésel, las categorías abarcan desde «CC» (motores desde 1961) hasta «CI-4» (motores desde 2002).*
- Índice SAE (Society of Automotive Engineers): Estandariza las viscosidades de los aceites en una escala de grados, facilitando la selección del lubricante adecuado según las condiciones de operación y especificaciones del fabricante.
Es fundamental que los consumidores chilenos consulten el manual de sus vehículos para identificar el tipo de lubricante recomendado y adquieran productos en establecimientos comerciales establecidos, asegurando la autenticidad y calidad del producto.
Seguridad vehicular y su relación con los lubricantes
La seguridad es uno de los pilares fundamentales del transporte. Un motor que no está correctamente lubricado puede experimentar sobrecalentamiento, mayor desgaste y, eventualmente, fallas mecánicas inesperadas. Estos incidentes representan un riesgo directo tanto para los ocupantes del vehículo como para otros usuarios de la carretera.
En los sistemas de frenos, por ejemplo, el uso de fluidos de baja calidad o incorrectos puede derivar en un rendimiento deficiente, afectando la capacidad de respuesta en situaciones críticas. Lo mismo ocurre con las transmisiones automáticas, donde un fluido mal especificado podría comprometer la operación del vehículo.
Gestión ambiental de aceites lubricantes usados
Chile ha avanzado en la gestión ambiental de los aceites lubricantes usados. En noviembre de 2024, se publicó un decreto en el marco de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) que establece metas de recolección y valorización para estos aceites. Se espera que, de forma gradual, se recolecte y recicle hasta el 90% de los aceites lubricantes usados en el país, promoviendo la economía circular y reduciendo el impacto ambiental.*
Los lubricantes son mucho más que un simple producto en el ecosistema del aftermarket automotriz en Chile. Representan un factor determinante para la seguridad, el rendimiento y la longevidad de los vehículos. Por ello, su selección debe realizarse siguiendo las normativas vigentes y las recomendaciones de los fabricantes. Además, la correcta gestión de los aceites lubricantes usados es esencial para minimizar el impacto ambiental y avanzar hacia una economía más sostenible.
*Fuente: Servicio Nacional del Consumidor, SERNAC y Ministerio del Medio Ambiente.