El embrague, también conocido como sistema de embrague, contiene a las piezas que más se desgastan en el vehículo, dado que se encarga de transferir la fuerza del motor hacia la caja de cambio y esta luego a las ruedas, como viceversa hacia el motor.
Este importante elemento, permite llevar la fuerza del motor a las ruedas para su adecuado movimiento.
¿Cómo funciona?
Desde el primer accionar el embrague conecta y desconecta el motor para generar el movimiento del vehículo. De esta forma, el motor hace girar el volante de inercia y el embrague se acopla a él para transmitir ese movimiento o giro a la caja de cambios, desde donde se ejecuta, en el árbol de la transmisión, el adecuado cambio si es que el motor está en un eje diferente a las ruedas motrices.
El giro se transmite a los palieres en el diferencial y se traslada la potencia a las ruedas para lograr su movimiento a través de la junta homocinética.
Se trata de una serie de cambios que en sus engranajes permiten el giro dada la conexión que existe entre el embrague y el motor, lo que permite finalmente mover todo el vehículo ya sea liviano o pesado en cualquier escenario carretero.
Iniciar y cambiar marchas
Las funciones del embrague permiten el inicio de las marchas para comenzar a mover el vehículo y el cambio de cada una de ellas, para ejercer el respaldo de su movimiento en sus diferentes velocidades y zonas de tránsito, ya sea en la exigencia de una pendiente en subida, o el adecuado control en bajada.
Para iniciar el movimiento de un vehículo el motor debe estar encendido.
Las ruedas aún están detenidas y lo que reciben es una transmisión progresiva de movimiento, dado que, si la transmisión fuese muy rápida, el vehículo daría un tirón inadecuado para el sistema de transmisión.
La importancia del Pedal
¿Por qué existe un pedal que controle el embrague?
Simplemente porque permite regular la fricción del disco de embrague con el volante bimasa del motor y funciona de acuerdo a su forma de pisar.
Este pedal debe ser pisado de manera suave y progresiva para que comience a rozar poco a poco generando el giro. Mientras más se suelta el pedal se produce más apriete y giro en la transmisión, hasta que al soltar el pedal completamente, la fuerza se comprime para ejercer la fuerza de giro que permite el movimiento.
¿Cómo se produce el cambio de marchas?
Una vez ejercido el movimiento con el inicio de marcha y el control del pedal, el embrague permite cambiar la marcha, lo cual siempre debe realizarse pisando el pedal progresivamente, porque si se realiza un cambio de marcha sin el uso del embrague, se puede dañar la caja de cambios, que es uno de los equipamientos más caros de reparación y cambios en el rubro automotriz.
Al pisar nuevamente el pedal de embrague, desacoplamos la caja de cambios del motor, los engranajes de mueven y se puede sacar la marcha y cambiarla por otra, de acuerdo a la necesidad del vehículo.
Las partes del Embrague
Los embragues poseen partes básicas que permiten identificar su desgaste y fallas, las cuales, de ser necesarias, exigirán de un reemplazo de kit de este implemento.
Podemos definir los componentes del embrague de la siguiente forma:
– Volante motor: que está unido al cigüeñal.
– Disco de Embrague: que es un disco metálico que transmite el giro a la caja de cambios donde hay un forro de fricción en cada una de las superficies del disco: una parte apoya en el volante motor y la otra en el plato de presión, con resortes que absorben las vibraciones.
– Plato de presión: acopla o desacopla el disco sobre el volante motor.
– Rodamiento de empuje: es aquel que presiona sobre el abanico activando el plato de presión, lo que libera el disco de embrague, al presionar el pedal.
– Horquilla de embrague: es la palanca que está conectada al sistema de accionamiento desde el pedal por una parte y por el rodamiento en otra, lo que permite el movimiento al desplazar el plato de presión.
– Accionamiento de Embrague: el pedal está conectado a un sistema de mando que actúa sobre la horquilla del embrague que permite mover el plato de presión, liberándolo o conectándolo.
Tipos de embrague
De acuerdo a los diferentes tipos de vehículos podemos reconocer tres tipos de embragues, cada uno con sus determinadas características: los embragues de fricción, los electromagnéticos y los hidráulicos.
- Embrague de fricción mecánico: está constituido por el volante motor en el que se apoya, gracias a un buje de bronce y/o rodamiento, el eje primario de la caja de velocidades. Es el embrague más común y funciona mediante un cable de embrague o también por sistema hidráulico, bomba y cilindro.
- Embrague electromagnético o eléctrico asistido: en este sistema se aprovecha la fuerza del campo electromagnético (bloqueo electro-magnético) para la transmisión del par de giro.
- Embrague de caja automática (hidráulico): funciona como embrague automático entre el motor y la caja de cambios permitiendo que el motor transmita el par motor cuando llega a un determinado régimen de giro. En este caso, la energía se transmite por una bomba centrífuga que comunica con una turbina (convertidor de torque).
El adecuado accionar del Embrague
Como pilar estratégico en el sistema de transmisión manual, el embrague es sensible al accionar de su pedal, por ello es indispensable tener el control y ajuste sobre él.
Acá, algunas recomendaciones para evitar fallas y cuidar su vida útil.
¿Cómo presionar el pedal del embrague?
Se debe pisar hasta el punto que se supere la resistencia, y debe hacerse de manera suave y prolongada, respetando el punto de ajuste que recomiende el manual del fabricante del vehículo.
¿Cómo ajustar el largo del pedal?
El ajuste del largo del pedal de embrague se realiza a través de la varilla de empuje del cilindro esclavo. Esta varilla se ajusta, aflojando la tuerca sobre el vástago del brazo en el pivote del embrague y ajustándola nuevamente en relación al soporte.
¿Cómo comprobar la resistencia del pedal de embrague?
Para comprobar si nuestro ajuste es el adecuado, se debe pisar el pedal y comprobar con ello si la resistencia cede, ajustando finalmente la tuerca para fijar la longitud del pedal.
Es importante realizar este proceso de forma lenta y pausada para llegar al punto adecuado de la presión del pedal y su debida efectividad en el movimiento.
¿Cuándo se debe cambiar el kit de embrague?
Identificar las señales que afecten el adecuado funcionamiento de un vehículo es esencial para su correcta mantención y cuidado en su vida útil, por ello es fundamental reconocer el estado de las piezas que componen el embrague.
Cualquier desgaste afecta el rendimiento del vehículo y afecta la seguridad de sus ocupantes.
Los problemas más comunes se deben a las deformaciones en la carcasa del embrague, hasta el desprendimiento del forro del disco, además de soltura de tornillos internos y problemas en el sistema hidráulico.
A pesar de que algunas piezas se pueden reparar, finalmente la decisión más acertada siempre es el cambio del kit completo del embrague, y siempre en manos de profesionales debido a que cada equipamiento necesita una atención específica.
Los embragues necesitan una correcta instalación y la comprobación de cada una de sus piezas en torno a su relación con los frenos del vehículo y el pedal respecto de la longitud y resistencia de pisada.
¿Cuándo hacer el cambio?
Algunas recomendaciones de los fabricantes indican que debe realizarse el cambio de acuerdo a la cantidad de kilómetros recorridos, debido a que ello supone un aumento en el desgaste por uso, tanto si es en uso de ruta o en la ciudad, recomendando hacerlo pasados los 400.000 kilómetros recorridos, con revisiones cada 150.000 mil.
Lo anterior porque el desgaste que se produce en ruta de ciudad es mayor que aquel que se realiza en una carretera, dado que el desgaste se asocia a mayores paradas, cambios de marcha y pisadas en el pedal del embrague.
Alertas del embrague:
- Pedal duro
- Resistencia al cambiar de marcha
- El embrague patina en el cambio
- Se producen ruidos al realizar el proceso del embrague.