Uno de los elementos que cobran importancia a la hora de la mantención de los vehículos es el famoso refrigerante que permite evitar la corrosión de los distintos metales que componen el motor.
Por ello se utiliza un 50% de agua desmineralizada y un 50% de refrigerante como recomendación de los fabricantes.
De esta forma, los motores de combustión interna necesitan de algún método para eliminar el exceso de calor producido en la combustión ya que no todo se transforma en energía mecánica. Si el calor no es eliminado el motor se sobrecalienta y funciona mal.
Aunque el agua puede ser un buen refrigerante, lamentablemente posee fallas en la ebullición, el congelamiento y la corrosión, por lo que es indispensable cumplir requisitos esenciales para su efectividad:
Requisitos esenciales del refrigerante:
- Ser un buen conductor térmico.
- Transferir el calor del motor al radiador.
- Tener un bajo punto de congelamiento y un alto punto de ebullición
- Debe fluir dentro del rango de las temperaturas.
- No debe ser espumoso.
- Debe ser anticorrosivo para todos los metales.
- Debe impedir la degradación de los no metales.
- Ser estable en su química dentro del rango de temperaturas y condiciones de uso.
- No debe ser inflamable, ni toxico.
- Compatible con otros refrigerantes