La actividad económica que el Aftemarket desarrolla, permite a los talleres y servicios en general, asociados a la industria automotriz, puedan desempeñarse normalmente al proveerlos con sus productos, a copar un cupo de mercado que las ensambladoras dejan sin abastecer de repuestos y accesorios, una vez que se cumplen con las garantías de posventa o los kilómetros estimados en que los propietarios cambian sus vehículos antiguos por nuevos. De esta manera, el mercado secundario del parque automotriz requiere entonces de la atención de miles de talleres en el mundo, para soportar los requerimientos de los dueños de vehículos automotores.
Autocare es la agrupación gremial norteamericana que representa además de los fabricantes de repuestos y accesorios automotrices a los talleres y servicios de ese país. Según esta organización: A nivel mundial, la industria automotriz de repuestos y servicios mantiene 1.500 millones de vehículos en las carreteras y contribuye con 1,8 billones de dólares a la economía global. Una vez que los vehículos salen de su período de garantía, los talleres de reparación independientes realizan el 70% de las reparaciones. Esta industria dinámica y el poder de elección que crea en el consumidor están siendo amenazados por los fabricantes de automóviles quienes bloquean el acceso a los datos de reparación y mantenimiento de vehículos transmitidos de forma inalámbrica.
Autocare ha iniciado una campaña mundial, destinada a crear conciencia del peligro que conlleva la incorporación cada vez más sofisticada de apoyo tecnológico informático en los vehículos, el cual permite restringir el acceso a sus servicios de mantención y de reparación. A juicio de Autocare: estas restricciones pueden tener efectos catastróficos en las economías locales, el bienestar y la seguridad de millones de personas que dependen diariamente del transporte vehicular.
Si bien es cierto que por un efecto del merchandasing las marcas van incorporando, además de apoyos tecnológicos para mejorar la seguridad de los vehículos, elementos sofisticados de comunicación, confort y orientación, que con el tiempo darán paso a la autoconducción. Pero, estas mejoras tecnológicas también permiten restringir el ingreso de personas a la mantención y reparación, a la información de los elementos que integran el vehículo y a sus repuestos.
Está preocupación para la industria del aftermarket es razonable, por el peligro en los puestos de trabajo y de las instalaciones existentes en todo el mundo, que pasarían a mano de los representantes oficiales de las marcas, si no se regula adecuadamente el ingreso a la información por parte de los terceros ajenos a los representantes de marcas.