Por Pedro Álamos, Gerente General de ProREP
En la búsqueda continua por construir un mundo más sostenible, la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor- Ley REP- emerge como una pieza clave en el rompecabezas ambiental. La normativa impulsa la recolección, separación y procesamiento adecuado de los residuos generados por las empresas, para evitar que terminen en vertederos o rellenos sanitarios, como ocurre con cerca del 77% de estos, hoy en día.
Y a pesar de que sitúa la responsabilidad primaria en los Productores, existe otro actor que tiene un papel relevante en la reducción de residuos en la cadena de suministro: el Consumidor Industrial. Si bien aún no existe una definición detallada, la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción los clasifica como “Aquellos establecimientos industriales que generan residuos de Envases y Embalajes en sus instalaciones y patios traseros”.
El Decreto Supremo N°12 de Envases y Embalajes de la Ley REP establece obligaciones para los Consumidores Industriales y una de las principales es valorizar e informar el volumen reciclado desde sus instalaciones.
La ley establece que el proceso de información del volumen gestionado se puede realizar de 2 maneras y ambas mediante una empresa gestora de residuos autorizada. La primera es entregar la información al Ministerio del Medio Ambiente por medio de la plataforma RETC, donde, posteriormente, este volumen será asignado proporcionalmente a todos los Sistemas de Gestión no domiciliarios existentes y la segunda radica en un convenio con un Sistema de Gestión no domiciliario, para que éste reporte en su nombre e impute la valorización como parte de su cumplimiento.
Las obligaciones a las que están sujetos por no informar la valorización de sus residuos entraron en vigencia el 16 de septiembre del 2023 y se establece como infracción grave el incumplimiento de estos deberes, estipulando multas de hasta 5.000 UTA (USD 4.300.000 aprox).
El reto que impone la ley para las empresas es doble, ya que son dos desafíos que están totalmente ligados. El primero es que el rol de Productor de Envases y Embalajes conlleva obligaciones y debe cumplirlas a través de un Sistema de Gestión con las metas de valorización del reciclaje de los Envases y Embalajes que introducen en el mercado o que se generan como residuos a partir de la importación o también de la venta de marcas propias. En su rol de Consumidor Industrial deberán hacer mejoras en la gestión de residuos, para que aquellos que se generan como parte de su producción o actividad dentro de sus instalaciones, sean valorizados mediante gestores autorizados.
Conscientes de que los Consumidores Industriales no tienen metas establecidas por la Ley REP, pero contribuyen en el objetivo de valorización colectivo y su rol es vital, porque mediante la verificación de la valorización realizada por parte de estos se cumplen las metas de los Productores, ProREP ha centrado sus esfuerzos en la firma de convenios con Consumidores Industriales con sus más de 400 empresas socias para incorporar estos volúmenes valorizados para el cumplimiento de su meta.
Esta ley significa un cambio de paradigma y requiere acciones de capacitación y acompañamiento. Por eso, extendemos una invitación a todas las empresas para que nos contacten en www.prorep.cl, con el fin de obtener más información sobre las obligaciones y rol de Consumidor Industrial.