Si están en el período de mantenimiento preventivo de sus vehículos automotrices, consulten en sus concesionarios o en los talleres de su confianza ¿cuál es la periodicidad del cambio de lubricantes de motor y la viscosidad que le corresponde?.
Cada vez que las temperaturas bajan, producto de las condiciones estacionales de otoño-invierno, o cuando viajamos a zonas que son sumamente frías, el comportamiento del ACEITE LUBRICANTE se ve perjudicado cuando aumenta su condición viscosa.
La función principal del aceite lubricante es reducir el roce mecánico entre piezas que se desplazan entre sí. En relación con el motor, una baja temperatura ambiental afecta significativamente al tiempo de llegada del aceite a las zonas altas del motor (culata, levas, taquees, etc.), cuando el arranque se da en frío. En la gráfica se pueden observar las modificaciones que tienen los lubricantes del motor cuando son afectados por las temperaturas en cárter entre los 0°C y 30°C en lo que respecta a viscosidad cinemática.
En invierno toma relevancia extrema la condición de arranque en frío y puede interpretar de tal manera que si a 0° C, se tiene una viscosidad SAE J300 15W40, con 1350 cSt y la bomba está desplazando en ralentí de arranque 65 lpm @ 110 psi, la potencia necesaria para dicho bombeo equivale a (65×110/8,705) = 821 watt o 1,1HP. Esta potencia se reduce de la potencia que eroga el motor y no se modifica por efecto del cambio de la viscosidad del aceite, sin embargo, se ve afectado el flujo hidrodinámico laminar que debe llegar a la parte más alejada de la bomba, implicando que la presión en dichos lugares esté en valores muy por debajo de lo requerido para proteger con cuña hidráulica las partes móviles de la culata. Así en el arranque, se puede tener 110 psi post bomba (nivel bulbo de presión) y 0 psi en el túnel de levas o de taquees por un periodo que puede llegar a los 30 segundos o más.
La verdadera protección del motor se otorga cuando las presiones al interior del circuito de lubricación se alcanzan en tiempo muy cercano a los 5 segundos, que NO ES EL MISMO TIEMPO que demora en apagarse la luz testigo de presión en el tablero de instrumentos. Producto de ello, los fabricantes de aceites incorporan los aceites de tecnología sintética para ofertar multi viscosidades más bajas en frio y con ello adecuar su comportamiento de fluidez al llenado rápido del circuito. En este sentido, al disponer de una menor viscosidad, por ejemplo de 600 cSt de un SAE 5W30, la pérdida por efecto de la fricción viscosa sería muy baja. Con respecto a esto mismo, para el N° de Reynolds, ,si la viscosidad cinemática (v) reduce su valor, el valor de Reynolds aumenta y al evaluar este resultado para flujo laminar en el factor de fricción viscosa, , dicho valor se reduce. Luego, a menor fricción viscosa, el aceite fluye de tal forma que la pérdida de presión es menor y con ello se aumenta la vida útil del motor. Todo esto se presenta en baja temperatura , en este caso a 0°C.
Según los comportamientos de sistemas de lubricación, al utilizar aceites con indicadores 5W, las presiones en el túnel de levas suben de cero a 20 PSI entre los 5 a 10 segundos. (condición para motores en condiciones de desgaste controlado).
Sin embargo, no se puede generalizar lo anterior en relación con la alta temperatura, pues los valores de viscosidad de sitúan entre los que se dispongan valores de viscosidad en rangos de 10 a 20 cSt, que son óptimos para que el lubricante pueda desplazarse en los estrechos caminos que las piezas metálicas dilatadas dejan, como luz de lubricación, por efectos del incremento de la temperatura. El límite lo determina el Número de Reynolds, con valor menor a 2000.
Por último, si su motor cuenta con cadena de distribución, el aceite debe tener un valor de viscosidad dinámica que permita resistir el alto cizalle en alta temperatura (HTHS), visible en la tabla SAE J300, para SAE 5W40.
Si necesita consultar cuál es la viscosidad recomendada para su motor, ubique el manual de usuario y refiérase al plan de mantenimiento el que indica las diversas viscosidades que se recomiendan en relación con su contexto geográfico y la periodicidad del cambio.